¿Sientes que tus potenciales clientes no se detienen a escuchar sobre ti y tu empresa? ¿Que la saturación de información hace que debas cautivar a tus compradores en menos cuestión de segundos? Conoce una de las habilidades con más tiempo en el sector y más fáciles de aprender.
¿Cómo se crea el Elevator pitch?
Aunque su origen es incierto, se le atribuye gran parte de su formación a Philip Crosby con su libro The art of getting your own sweet way de 1981. El mismo autor nos relata que él implementó el elevator pitch sin aún conocer su significado. Un día, en la necesidad de plantear una propuesta a su jefe, ejecutó un plan: abordarlo donde tuviera la mejor oportunidad de ser escuchado, el ascensor, y hablar de manera concisa lo que quería comunicar. Todo en cuestión de segundos. Tan efectivo fue su método que hoy en día, en el sector del marketing, es una de las habilidades esenciales de cualquier empresario.
¿Qué es el Elevator pitch?
Un Elevator pitch puede entenderse como una presentación de elevador. Aunque en la actualidad no encontrarás a tus compradores ni inversores en un ascensor, si es una habilidad que puedes implementar es tus herramientas digitales como el correo electrónico. El Elevator pitch trata de la habilidad de crear un discurso/presentación que sea capaz de despertar el interés del interlocutor en cuestión de segundos. El estudio que realizó Microsoft habla de 30 segundos a 2 minutos donde tienes que ser capaz de mostrar tu habilidad.
Es necesario resaltar que el Elevator pitch es uno de los tipos de pitches (presentaciones breves) más conocidos. Al realizar una búsqueda detallada, puedes evidenciar que existen pitches comerciales y/o especializados en inversores. Aún así, el método del discurso de ascensor se presenta como el principal y más conocido por su efectividad y practicidad. Además de que no solo puede ser usado en el sector del marketing y las ventas sino también en tu vida diaria o cualquier otro sector.
El Elevator pitch perfecto
Entender que el discurso de ascensor perfecto debe ser constantemente retroalimentado, será la clave de tu éxito. Recuerda que tus primeros intentos no serán perfectos. Mejorar esta habilidad es un proceso fácil, pero que requerirá de dedicación. Si lo logras, con el tiempo será una herramienta automatizada en tu mente. Con esto claro, ¡veamos qué elementos son infaltables!
- Factor sorpresa (gancho): Puedes comenzar con una frase atractiva que capte la atención del interlocutor y quiera conocer más.
- ¿Quién eres? (presentación): Una breve introducción nunca debería faltar. Comunicar qué rol desempeñas y cuál es tu empresa darán un contexto de lo que haces. Los primeros segundos marcarán una gran diferencia, así que debes decirlo sonando lo más natural posible. Entrena tu lenguaje corporal. Mira directamente a los ojos. No inviertas demasiado tiempo en tu presentación, pero sí invierte en cómo mostrar quien eres.
- ¿Qué quieres resolver? (problema): Puede tratar de cualquier tema o situación. Lo importante será abordarlo de la manera más concisa y con ejemplos reales. Para este ítem es necesario conocer a tu público y a tus competidores. Saber de antemano las falencias del sector para ofrecer soluciones efectivas.
- ¿Cómo lo solucionarías? (posible solución): Seguramente la parte más importante, pues la solución es lo que hará si tu interlocutor se queda o no. Debes dedicar tiempo a escoger las palabras adecuadas antes de tu discurso. Una buena solución se dice en dos oraciones. Personaliza siempre que sea necesario y muestra por qué te necesitan.
- ¿Por qué elegir tu propuesta? (factor diferenciador): Diferenciarte de tu competencia y por qué deben elegirte dentro de un mercado saturado. Puedes realizar un estudio de competencia y compradores para lograr ese factor. También identifica cuál es el factor original que tienes en tu propuesta. Habla del éxito de tu negocio, sin sonar pretencioso ni soñador.
- ¿Cómo cerrar incitando una segunda conversación? (cierre): A pesar de que tu elevador llegó a su destino y debes dar un cierre a tu discurso, tienes que lograr captar su atención aún después de tu presentación. Puedes incitar a una pregunta, a un elogio, a la entrega de una tarjeta con tu contacto. Si realizaste con efectividad los anteriores pasos, esté último se dará de manera orgánica.
¿Qué debes evitar con tu Elevator Pitch?
Esta habilidad puede traerte muchos beneficios a la hora de presentar información de forma compacta o encontrar compradores e inversores. Aún así, es necesario conocer también lo que no debes implementar. Si en tu discurso hablas demasiado sobre ti mismo, tu mensaje no es claro, no tienes naturalidad y no incluyes por lo menos un ejemplo, seguramente tu interlocutor no te va a escuchar. ¡Refuerza estos factores, practica cada día y lograrás un Elevator pitch exitoso!
